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En este artículo, exploraremos el impacto económico de construir una casa de alta eficiencia energética. Estas viviendas utilizan técnicas y materiales innovadores que reducen considerablemente el consumo de energía para la calefacción, ventilación, suministro de agua caliente y electricidad. Como resultado, se generan ahorros significativos a largo plazo. Vamos a examinar el costo de construcción de una casa de este tipo y compararlo con el valor del edificio, así como los ahorros en gastos energéticos a lo largo de su vida útil.

¿Cuál sería el costo de edificar una vivienda de eficiencia energética?

Aunque contar con una casa pasiva trae consigo muchos beneficios, no se puede negar que el costo inicial de su construcción puede ser algo más elevado que el de una vivienda convencional. En general, se estima que el precio de una casa pasiva puede incrementarse entre un 10% y un 20% en comparación con una construcción tradicional. Esta diferencia se debe principalmente a la necesidad de utilizar materiales de alta calidad para lograr un aislamiento óptimo, una hermeticidad adecuada y ventanas eficientes, que son requisitos indispensables para cumplir con los estándares Passivhaus. Resulta de suma importancia considerar que realizar un diseño bioclimático apropiado para la vivienda, contemplando aspectos como la orientación, geometría y compacidad en la medida de lo posible, permitirá reducir significativamente la disparidad de costos.

Los beneficios y el impacto económico de una vivienda pasiva

Una casa que cuenta con certificación de eficiencia energética ofrece una amplia gama de ventajas que van más allá de su costo inicial, haciendo que la inversión sea más que justificada. Es decir:

1. Consumo de energía menor: una casa de bajo consumo energético se construye con el objetivo de reducir al máximo las pérdidas de energía, lo que se traduce en un consumo de energía hasta un 90 % menor en comparación con una casa tradicional.
2. Inversión adicional totalmente amortizada: a pesar de que la construcción inicial podría ser más costosa, las personas compradoras de una casa pasiva disfrutarán de grandes ahorros en sus facturas de energía a lo largo del tiempo de vida del edificio. Esto implica que, con el tiempo, la inversión extra en la construcción se pagará por sí misma. Por otro lado, una vivienda sin certificación consumirá más energía y, por ende, requerirá de costos operativos más altos a largo plazo.
3. Comodidad y bienestar: el estándar Passivhaus se enfoca en brindar un nivel óptimo de comodidad y bienestar a quienes habitan la vivienda. Esto se logra al garantizar una estabilidad térmica constante en el interior durante todo el año, minimizando la diferencia de temperatura entre el aire y las diferentes superficies. Además, se evitan las molestas corrientes de aire y se cuenta con un excelente aislamiento acústico. Adicionalmente, el uso de sistemas de ventilación mecánica controlada garantiza altos estándares de salubridad en el hogar. Esto se debe a que el aire se renueva adecuadamente, y el aire que ingresa en la vivienda es filtrado para asegurar una calidad óptima. También se previenen problemas como la condensación y la formación de moho, lo que contribuye a mantener un ambiente saludable para los ocupantes.
4. Máxima resistencia y excelencia en cuanto a durabilidad y calidad: los hogares pasivos están construidos con materiales de primera calidad, lo que implica una mayor resistencia y un menor requerimiento de mantenimiento a lo largo del tiempo.
5. Sensibilidad ambiental: las casas pasivas se destacan por su baja huella ambiental gracias a su gran eficiencia energética, lo cual las convierte en una alternativa más ecológica y amigable con el entorno.
6. Aumento en el precio del inmueble: la creciente conciencia de los ciudadanos sobre la sostenibilidad y la eficiencia energética ha generado una mayor demanda en el mercado de las casas pasivas certificadas. Adicionalmente, el hecho de que una vivienda esté certificada demuestra que ha sido construida de acuerdo a estándares de calidad establecidos en el proyecto. Este aspecto puede aumentar el valor de reventa en comparación con una vivienda no certificada.

A pesar de que construir una casa pasiva puede tener un costo inicial algo más elevado en comparación con una vivienda convencional, los ahorros y beneficios que se obtienen a largo plazo justifican completamente la inversión. Las casas pasivas son una elección inteligente para aquellos que buscan una vivienda sostenible y económicamente eficiente a largo plazo. Estas casas destacan por su eficiencia energética, que permite ahorrar costes en consumo de energía y disminuir el impacto ambiental. Además, proporcionan un confort y salubridad superiores, así como una mayor durabilidad. Invertir en una casa pasiva no solo aumenta el valor del edificio, sino que también se traduce en ahorros significativos en costes energéticos a lo largo de la vida útil de la vivienda.