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Todo lo que debes saber sobre el nuevo Reglamento Europeo de Productos de Construcción
02-09-2025
La construcción vive un momento de transformación. El diseño, las técnicas y los materiales han evolucionado en busca de mayor sostenibilidad, eficiencia y respeto al medioambiente. En este contexto, la Unión Europea ha aprobado el nuevo Reglamento Europeo de Productos de Construcción, una normativa que sustituirá al marco legal anterior y que entrará en vigor de forma progresiva: algunas medidas comenzarán a aplicarse en 2025, mientras que su aplicación completa se dará a partir de enero de 2026.
Se trata de un paso clave, ya que los edificios son responsables de alrededor del 50 % de la extracción y consumo de recursos, además de generar más del 30 % de los residuos anuales en la Unión Europea.
¿Qué es el Reglamento Europeo de Productos de Construcción?
El reglamento establece criterios comunes para la comercialización de productos de construcción en la UE, tanto en obras de edificación como de ingeniería civil. Su objetivo es garantizar que los materiales cumplan con estándares de seguridad, calidad y, sobre todo, sostenibilidad.
Principales novedades del reglamento
1. Nueva definición de “producto de construcción”
El concepto se amplía para incluir no solo elementos estructurales o decorativos, sino también artículos físicos sin forma definida, productos impresos en 3D y kits destinados a incorporarse de manera permanente en una obra.
2. Pasaporte Digital de Producto
Una de las medidas estrella será la implantación del Pasaporte Digital de Producto (DPP), un documento digital obligatorio que recopilará información técnica, de seguridad y medioambiental.
Los fabricantes deberán detallar el ciclo de vida del producto, su huella de carbono, el potencial de reutilización y los valores de la Declaración Ambiental de Producto (DAP). Esta herramienta permitirá a arquitectos y promotores tomar decisiones más informadas y elegir materiales más sostenibles.
3. Impulso a la economía circular
El reglamento refuerza la idea de diseñar pensando en el fin de la vida útil de los edificios. Los fabricantes deberán demostrar que sus productos son desmontables, reutilizables y reciclables, fomentando así el reacondicionamiento y la reducción de residuos.
4. Control de sustancias peligrosas y reducción de residuos
Se establecen controles más estrictos sobre los químicos empleados en los materiales de construcción, con el fin de mejorar la calidad del aire interior y proteger la salud de los usuarios.
Además, se fijan nuevos criterios para minimizar los residuos de obra, promoviendo el uso de materiales con menor impacto ambiental desde su fabricación hasta su eliminación.
Cabe recordar que los edificios representan el 40 % del consumo energético de la UE y el 36 % de sus emisiones de gases de efecto invernadero, lo que sitúa a este sector en el centro de las políticas climáticas.
Impacto en los arquitectos
Para los profesionales del diseño y la planificación, la normativa supondrá tanto retos como oportunidades:
- Acceso más fácil a información ambiental y técnica para elegir materiales con menor huella ecológica.
- Necesidad de innovar en el diseño para cumplir con los principios de economía circular y eficiencia energética.
- Inversión en formación y adaptación, ya que el cambio normativo requerirá nuevos conocimientos y enfoques.
Un futuro más sostenible
La construcción está llamada a ser uno de los grandes motores de la transición ecológica en Europa. Adaptarse al nuevo Reglamento Europeo de Productos de Construcción no será opcional, sino imprescindible. Como señalan expertos del sector, la sostenibilidad ya no es una elección: es el único camino hacia un futuro más seguro y respetuoso con el planeta.